Draslovka, compradora de Chemours, no se quedará en Dinamita, poblado de Gómez Palacio, Durango en el que también se producen explosivos para la minería.
Oswaldo Santibañez, subsecretario de gobierno en La Laguna de Durango, confirmó que, tras sostener una reunión con representantes de la empresa checa, ellos decidieron retirarse de la región.
Autoridades de los tres niveles de gobierno se reunieron con representantes del Frente Unido para informar sobre el proceso de desmantelamiento de la empresa y les confirmaron que ya no se quedará en las colindancias de sus comunidades.
Draslovka, empresa de origen checo, comenzará a desmantelar la infraestructura de Chemours Laguna. La maquinaria y todos los materiales que pudieran ser de utilidad, serán retirados de las instalaciones.
Tras más de tres años de disputa territorial, representantes de 22 pueblos aledaños a la conocida "fábrica de la muerte" resistieron para evitar la instalación de la fábrica de cianuro de sodio.
Tras meses de juicios, amparos y hasta resoluciones de la Corte, la historia fue decidida gracias a la venta de Chemours en favor de Draslovka, no así por definiciones legales.
El pasado primero de diciembre se dio a conocer que la empresa de República Checa, Draslovka, compró a Chemours por una suma estimada en 521 millones de dólares.
El consorcio, que se ostenta como líder mundial en la producción de cianuro de sodio para la extracción de oro y plata de las minas, selló este acuerdo para penetrar con más fuerza en el mercado de Estados Unidos.
Por el nuevo trato, los representantes de Draslovka optaron por no darle continuidad a la instalación de la planta de cianuro de sodio en la Comarca Lagunera.
Te puede interesar | Se va Chemours de La Laguna de Durango; resistencia da frutos
Chemours Laguna iba a participar dentro de una cadena de proveedores que iban a tener a Peñoles como uno de sus principales clientes. Se calcula que, de haber operado en la región, habría generado alrededor de mil empleos.
Integrantes de 22 pueblos colindantes a la planta de cianuro de sodio llevan más de tres años resistiendo. Organizaciones como el Frente Unido organizaron un plantón permanente en la puerta de la fábrica. Su intención, hasta la fecha, es que no se instale ni comience a operar en una zona que se caracteriza por no tener agua y que sufre de bastantes daños ambientales por la presencia de fábricas de explosivos y marmoleras.
Sólo el acuerdo de Draslovka tuvo el suficiente poder para derribar la inversión. Ni la Suprema Corte, que había fallado a favor del Frente Unido, logró impedir que continuarán los trabajos de construcción de la planta.
Amparos, juicios, manifestaciones y hasta violentas represiones forman parte de una historia que podría ver una luz positiva para los pueblos laguneros.