La tierra dura, quebrada. Animales esqueléticos. Economía colapsada. La región vive una época anormalmente seca. La sequía en La Laguna está pulverizando a los pequeños productores.
Es el ejido Mieleras, dentro del municipio de Viesca. Los cerros están ásperos, la vegetación quemada. No ha llovido. La angustia se palpa en cada rincón del pequeño pueblo.
"Lo principal es el agua, no llueve, un día hay pasto para los animales, ahorita hay muchas chivas y está seco todo, no hay qué coman", comenta Gilberto García, caprinocultor de 70 años de edad.
De acuerdo con el Monitor de Sequía en México, gran parte de los estados de Coahuila y Durango, incluyendo la Comarca Lagunera, están anormalmente secos.
Previsores del tiempo indican que habrá que esperar a la temporada de lluvias, que gravita entre junio y octubre, para ver si continúa el patrón que está secando los bolsillos de los pequeños productores laguneros.
Por el momento, ya no hay comida para los chivos, no hay mezquite, no hierba. Los animales se están muriendo.
"Las saca uno nomás a pasear al monte, ¿pos qué comen?, lo poco que hay, hay que comprarles aparte, está muy caro", cuenta Gilberto.
Por la falta de lluvia, las presas que abastecen al campo lagunero tienen menos agua que en antaño. En promedio, en los últimos cinco años, el nivel de líquido ha ido en declive. La cuenca alta del río está recibiendo menos agua.
La Dirección de Soluciones Geoespaciales de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural reporta niveles anormalmente bajos en las principales presas que abastecen a la región.
La presa Francisco Zarco está 7.7% por debajo de su nivel promedio de agua de los últimos cinco años, mientras que la Lázaro Cárdenas está por debajo de su nivel promedio en un 25.2 por ciento.
"No hay nada, necesitamos que llueva o que el gobierno nos ayude para que no se acaben los ganados, la caprinocultura, si no llueve se acaba todo".
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La lluvia está evitando a La Laguna. Los pequeños productores están resistiendo. Los animales se agotan, el apoyo escasea. El ríspido y seco llano de los montes se expande. El agua es un tesoro al que ya no todos tienen acceso.