El pasado domingo 7 de mayo cuatro artistas instalaron una mampara en el Paseo Colón, justo en la intersección con la Avenida Morelos, para realizar una intervención pictórica y hablar del parto humanizado en Coahuila, una necesidad urgente que, en Red es Poder, planteamos a través de una investigación periodística.
De esta manera, Patricia G. Santiago, Tite Domínguez Zarzar, María Vigné y Anna López Anaya tomaron las brochas y dejaron que la imaginación caminara para plasmar, con su estilo y talento, lo que significa para ellas un parto humanizado y el respeto a los derechos reproductivos de la mujer.
Con la tela en blanco, las artistas comenzaron a pintar, cada una en su espacio, para dar forma a la imagen de una mujer amamantando o abrazando a su hijo o hija. La idea central es promover y defender la naturaleza del nacimiento y de la crianza y es que en Coahuila más del 50% de los partos son intervenidos a través de una cesárea en hospitales públicos. En clínicas privadas la cifra está arriba del 80%. La Organización Mundial de la Salud indica que sólo el 15% de los nacimientos deberían ser intervenidos quirúrgicamente.
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El parto humanizado es una necesidad urgente en Coahuila porque muchas madres están siendo intervenidas de manera innecesaria, porque se interrumpe el primer acercamiento entre madre e hijo o hija, porque se corta la producción natural de ciertas hormonas y nutrientes que fortalecen el sistema inmune de ambos.
Desde el mismo Paseo Colón, al mismo tiempo que las artistas pintaban, se realizó un panel abierto al público y a los peatones del lugar para hablar sobre el tema y proponer soluciones. Las invitadas fueron Silka Guerrero, representante de la fundación "Nacer Libre", Diana Juárez, madre víctima de violencia obstétrica y Lucía Sánchez, aprendiz de partera.
Silka Guerrero habló sobre las ventajas del parto natural. Lo que beneficia a madre y a sus hijos. Señaló los prejuicios que tienen construidos las personas, así como algunos especialistas de la medicina.
"Se ha normalizado el que la mujer sea víctima de intervenciones médicas innecesarias. Aproximadamente le 90% de cesáreas, los bebés deberían nacer en parto natural por un tema de salud. Se minimizan riesgos de hemorragias en la mamá, conllevan riesgos de la anestesia que le aplican y para los bebés, el que nazcan de manera natural, les provee de una mejor micro biota para que puedan defenderse", comentó Guerrero.
Por otro lado, Diana Juárez relató lo que sucedió con el nacimiento de su último hijo, un pequeño varón de 5 meses. Durante su embarazo, al menos tres veces médicos de la clínica 16 del IMSS sugirieron la posibilidad de hacer un legrado o adelantar el parto a través de una cesárea.
"Durante el proceso de gestación en la clínica 16 del seguro social tuvimos una situación en la cual me dijeron que interrumpiera el embarazo porque el bebé está creciendo de manera acelerada y eso va a repercutir en ti. Salgo yo inundada en lágrimas, le digo a mi esposo que me acaban de decir que el bebé no está bien, que está creciendo a destiempo. Mi esposo me llevó a una clínica privada y ahí nos dijeron que el bebé estaba bien, que no había ningún problema", relató Diana.
Para Lucía Sánchez, aprendiz de partera, los doctores utilizan la herramienta del miedo para obligar a las madres a que se decidan por la cesárea.
"Muchas prácticas que no son buenas para las mujeres y para los bebés, algo muy importante en la violencia obstétrica es que nos quitan el derecho a decidir", comentó Lucía.