El exgobernador priísta de Puebla, Mario Marín, fue detenido por elementos de la Fiscalía General de la República en Acapulco, Guerrero, por los delitos de detención arbitraria y tortura en contra de la periodista Lydia Cacho.
Mario Marín pasó a los anaqueles de la historia política mexicana luego de que se filtrara un audio en donde se regodea por la detención de Lydia Cacho y celebra la misma junto con el empresario mezclillero, Kamel Nacif, quien todavía se encuentra prófugo de la justicia.
Producto de la publicación del libro "Los Demonios del Edén", reportaje en donde Cacho documentó y recopiló testimonios de niños que fueron abusados por empresarios y políticos mexicanos, Marín Torres ordenó la detención de la periodista, la localizaron en Quintana Roo y la trasladaron hacia Puebla con previas acciones de tortura y maltrato.
Desde aquel año, Cacho ha sido perseguida por diversos personajes que fueron señalados en sus investigaciones, que particularmente se enfocan en trata de personas, pederastia y pornografía infantil.
Mario Marín está siendo trasladado desde el puerto de Acapulco hacia Cancún, Quintana Roo para enfrentar la orden de aprehensión que se liberó en su contra en 2019 por el delito de tortura en contra de la respetada periodista.
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En "Los Demonios del Edén", Cachó afirmó que Marín brindaba protección a empresarios involucrados en una red de pederastia y pornografía infantil en la que además de Kamel Nacif participaba Jan Succar Kuri.
En el audio filtrado en 2006, Kamel Nacif, en gratificación por la detención de Cacho, le ofrece a Marín dos "bellas botellas de Champagne", haciendo referencia, posiblemente, a dos menores de edad que, en retribución por la maniobra política, fueron puestas a disposición del exgobernador.
Trasciende que Kamel Nacif se encuentra refugiado en Líbano, país de donde ostenta sus raíces, pero hasta la fecha las autoridades mexicanas no han podido dar con su paradero.