No se trata de opinar sobre si el aborto es bueno o malo, moral e inmoral. Despenalizar la libertad de decidir es lo único importante, es respetar los derechos humanos.
Coahuila es epicentro nacional noticioso porque fue tema de discusión en la Suprema Corte de Justicia. Las y los Ministros, por unanimidad, erradicaron dos artículos del Código Penal que criminalizaban a las mujeres y personas gestantes por tomar la decisión de interrumpir su embarazo.
Hay que ser claros, el merito no fue de los y las integrantes de la Corte, la discusión nació a partir de la presión y la incidencia de decenas de colectivas y organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y las personas gestantes. El mensaje es claro; luchar por la igualdad, equidad, por erradicar la penalización, la criminalización y la victimización de quienes simplemente toman una decisión sobre su cuerpo.
En México las libertades están cooptadas por un pequeño sector privilegiado de la población. La despenalización del aborto en Coahuila es una oportunidad para establecer un marco normativo y jurídico que ponga por delante los derechos humanos de todos y todas.
Aunque no estén de acuerdo las autoridades locales y algunas organizaciones conservadoras, en Coahuila las mujeres y personas gestantes ya no podrán ser criminalizadas por tener que tomar una decisión que, desde ninguna óptica, es sencilla.
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Bien dijo la Ministra Margarita Ríos-Farjat; "una mujer no se embaraza para abortar" y es que pueden ser infinitas las causas para tener que tomar la decisión y cada una de ellas es plenamente justificable porque viene abrazada de la libertad.
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El feminismo, por ejemplo, es un movimiento que está trascendiendo, que ya logró muchas incidencias y que, con el paso del tiempo, continuará fortaleciendo a la mujer en nuestra sociedad profundamente machista y patriarcal.
