¿A poco no...? | Juan Ceballos Azpe | @licjuanceballos
¿A poco no es el 1 de diciembre de 2020, fecha del Segundo Informe oficial de Gobierno del presidente AMLO, una ocasión propicia para el balance de logros y rezagos en el primer tercio de este sexenio? Un acto que se da con una sociedad polarizada como nunca en el México contemporáneo. La división entre los -cada vez menos- creyentes y los -cada vez más- escépticos de la 4T impide la discusión inteligente de consensos y disensos, el debate e intercambio de ideas que son fundamentales para sacar al país de los grandes rezagos y afianzar el Estado de derecho y la legalidad en todas las áreas y en todos los ámbitos de la vida nacional. Es por ello que los mexicanos, todos, debemos abandonar actitudes conformistas y acríticas, para asumir una nueva actitud, una vocación de exigencia, participación, solidaridad y responsabilidad compartida.
Urge tomar consciencia de que debemos participar todos desde nuestra respectiva esfera de responsabilidad, porque, como lo dijo el filósofo y escritor, Arthur C. Clark, “la tarea de gobernar es tan compleja y tan delicada, que no debemos dejársela sólo a los gobernantes”. Menos aún a los que demuestran, con hechos, que no están a la altura de tan enorme responsabilidad. Las cifras negativas en materia económica, social, de salud, de seguridad, de infraestructura y de servicios públicos, entre otras, así lo demuestran. De ahí la insistencia en la necesidad de contar con una sociedad participativa, cuya capacidad de reflexión, análisis crítico y acción con actitud positiva y propositiva, sean los factores esenciales del golpe de timón que requiere el país para encauzarlo al camino del desarrollo sostenido y el crecimiento en todos los ámbitos de la vida nacional.
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Del tamaño de la esperanza puede ser la desilusión, que ya aflora en el sentir de millones de mexicanos ante las –hasta hoy- frustradas expectativas que la mayoría de los electores puso en este gobierno, luego del hartazgo de los regímenes priístas y panistas, dándole el voto mayoritario a quien consideraron la opción de cambio, pero que, a dos años de gestión, ha sumado más, muchos más errores que aciertos, aunque, por desgracia, todavía hay quienes, en su ceguera irracional, se empeñan en no reconocer. De ahí la urgencia de un compromiso plural con la Patria para tomar consciencia de la necesidad de dejar a un lado la polarización y entender que los mexicanos no somos enemigos, que debemos unirnos para exigir a nuestros gobernantes el cabal cumplimiento de su responsabilidad constitucional. El trabajo conjunto de gobierno y sociedad civil deberá cristalizar la esperanza alentadora del nuevo amanecer que México está esperando, para construir la Nación digna, fuerte y próspera que debe ser. Hagámoslo ahora, antes de que sea demasiado tarde. ¿A poco no…? ¡Ánimo!
