El modelo de adjudicación directa se convirtió en el favorito de la actual administración municipal en Torreón. Los procesos de concurso brillan por su ausencia.
El Ayuntamiento de Torreón ha desarrollado 20 obras públicas en lo que va del año. De todas ellas, 16 fueron por adjudicación directa, es decir, no pasaron por un proceso de licitación.
El alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, dijo cuando tomó protesta y en reiteradas ocasiones que uno de sus objetivos primordiales es poner orden en la ciudad, sin embargo, en materia de obra publica, su administración se ha distinguido por hacer tratos opacos y sin procedimientos abiertos para que las empresas puedan concursar por los proyectos.
Las obras públicas que fueron por adjudicación directa van desde la construcción de una plaza pública, por un monto de 833 mil pesos, la rehabilitación del andador de la colonia La Fuente, por un millón 137 mil pesos, remozamiento de la Ciudad DIF y pavimentaciones en diversas partes de la ciudad.
Es decir, durante casi cuatro meses de administración, en el portal de obra pública del municipio se informa que solamente se han desarrollado proyectos de mantenimiento de algunas calles y rehabilitación de plazas y espacios públicos. Los grandes proyectos de inversión, desde la pasada administración y en la actual, brillan por su ausencia.
Muchas veces las personas se preguntan si abusar de la figura de adjudicación directa recae en una conducta ilegal, inmoral o si simplemente es correcta.
En ese sentido, la ley de obra pública del estado de Coahuila señala que se tendrán que concursar todas las obras que su monto sea superior a los 2 millones 299 mil 171, es decir, 13 mil 300 días de salario mínimo. Abajo de esa cifra, el siguiente procedimiento es la invitación; en ella las autoridades extienden el concurso a tres empresas y, después de presentar su propuesta, se elige la que sea más conveniente para las finanzas públicas y el plan original de la inversión.
En el último caso es donde nace la adjudicación directa, figura que solamente se debe utilizar, de acuerdo con la ley, para financiar obras de bajo costo o para acelerar inversiones que, por temas de tragedia, urgencia o desastre, tengan que hacerse de manera eficaz y rápida.
El artículo 41 de la Ley de Obras Públicas y Servicios del Estado de Coahuila describe las causales por las que una autoridad puede tener acceso a la figura de la adjudicación directa.
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Las excepciones van desde condiciones extraordinarias o imprevisibles, cuando se traten de proyectos que sólo puedan contratarse con una persona por ser obras de arte o patentes, si peligra el orden social, si existen circunstancias que puedan provocar importantes pérdidas, si se invierte con fines de reinserción social, entre otras.
En ese sentido, el Ayuntamiento de Torreón, hasta el momento, no se ha visto inmiscuido en ninguna de las excepciones que marca la ley, sin embargo, tampoco ha caído en alguna ilegalidad porque todas las obras que adjudicaron de manera directa no superan el monto especificado por la ley.
